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Conciertos de Navidad: El Mesías de Händel

¿Quién no ha escuchado música en Navidad? En las fechas cercanas se suelen realizar conciertos de diversos tipos que nos acercan a las celebraciones: de villancicos populares, zambombas flamencas, de música clásica o cualquiera de los estilos con la temática de la época.
En casi todas las localidades se realizan este tipo de conciertos, dependiendo de los gustos, los recintos y el tipo de agrupaciones que preparan y realizan estas actuaciones musicales.
En esta entrada te propongo un paseo por los conciertos y recitales navideños y una de las obras más conocidas y populares del repertorio, El Mesías de Händel, con un texto de Stefan Zweig sobre el compositor. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere!



Actuaciones como el Gran Concierto de Navidad que la Coral Municipal de La Palma del Condado realiza con la colaboración amiga de la Banda Municipal Virgen del Valle, que se celebra el 23 de diciembre en el Teatro España de la localidad y en el que interpretaremos obras relacionadas con estas fechas. Una ocasión para la que se preparan distintas piezas musicales relacionadas con la temática navideña.



Entre los conciertos de música clásica, en estas semanas previas a la Navidad el más celebrado es el de El Mesías de Händel, un acontecimiento que se vive en la mayoría de ciudades con auditorios y orquestas sinfónicas. En las últimas décadas se ha popularizado además que en muchos de estos conciertos se incluya la participación de aficionados en algunos de los coros que componen la obra.


Coral Municipal de La Palma del Condado - 2016


Messiah (El Mesías) de Georg Friedrich Händel es una de esas obras de música clásica de la que todos hemos oído hablar, especialmente su conocido ¡Aleluya!, una pieza que absolutamente todos hemos exclamado con mayor  menor entonación en alguna oportunidad. En otra ocasión le dediqué una entrada en el blog en Un ¡Aleluya! para Händel en la que los protagonistas eran Händel y esta pieza, la más conocida de la obra.
El Mesías es un oratorio, un tipo de obra que explica con música una historia de tipo religioso o sagrado. En él suelen participar una orquesta, solistas y coro, siendo éste último esencial, ya que suele representar al pueblo, a quienes explica y narra la historia. En los oratorios se toman elementos de las óperas como las arias, dúos y coros, no se caracterizan ni los personajes con vestuario ni hay decorados y no hay interpretación dramática como en éstas. Son muy importantes los recitativos, unas piezas en las que, imitando la forma del habla y con un acompañamiento musical sencillo, se va avanzando en la narración de la historia. Muy utilizados en la obra de Bach y sus contemporáneos, Händel dio a los oratorios unas características que lo hicieron muy populares en su producción, llegando a componer 26 de estas obras entre italiano, alemán y, en su época británica, en inglés. 
La importancia de El Mesías radica en que no sólo cuenta la historia de Jesús y cómo tras su muerte y resurrección salva a toda la humanidad. La grandeza de esta obra se basa en dos pilares: Por un lado, no hay que tener convicciones religiosas para conectar con la historia, ya que habla de situaciones que podemos encontrar en otras vidas: el nacimiento de una persona, su esfuerzo por ayudar a los demás y su sacrificio con la muerte como culminación del mismo. En este aspecto, El Mesías habla de situaciones humanas, sentimientos y pasiones arquetípicas y universales. En segundo lugar está una música muy especial e inspirada que hace que muchos de los temas que componen esta obra trasciendan de ella y se hayan incorporado a la lista de músicas que hemos oído, aunque no sepamos bien dónde ni a qué obra pertenecen.



Stefan Zweig, también un escritor que ha aparecido en varias ocasiones en este blog, dedicó una obra a transcribir parte de la biografía de Händel en Momentos estelares de la humanidad, una obra con matices didácticos en la que narra algunos de los acontecimientos que han marcado la historia de nuestras civilizaciones. En este libro, posiblemente el más conocido de Zweig se reflejan el ocaso del imperio de Oriente con la caída de Constantinopla, la derrota de Napoleón en Waterloo, el viaje en tren de Lenin hacia Rusia en 1917, el indulto de Dovtoievski poco antes de ser ejecutado o el relato que traigo hoy, el nacimiento del Mesías de Händel y el fallecimiento de su autor.
El mismo compositor señala en el prólogo que "cada uno de estos momentos estelares marca un rumbo durante décadas y siglos", por lo que podemos considerarlos momentos clave de inflexión de la historia. 
En el citado Un ¡Aleluya! para Händel me centraba en la composición, ensayos y estreno de El Mesías. En esta ocasión, el primer texto que nos acompaña se refiere al comienzo del final de la vida del compositor alemán en su Inglaterra adoptiva.


Para el libreto de El Mesías, Händel buscó la colaboración de Charles Jennens, quien escribió el texto dividido en actos y escenas, con cierta semejanza a una ópera, lo que propiciaba que los asistentes pudieran seguir con facilidad la narración, aunque sin acción dramática escenificada. El libretista compiló y adaptó algunos textos de la Biblia, generalmente de pocos versos o sin rima y escritos en inglés, de forma que se pudiera enlazar y los espectadores seguir la narración.
La historia está dividida en tres partes. En la primera se centra en el nacimiento de Cristo, mientras que la segunda lo hace en su sufrimiento y muerte, y la tercera en su resurrección. 
Uno de los momentos más espectaculares de la obra es el aria para barítono Why do the nations, un furioso alegato contra las luchas y rivalidades entre naciones narrado con fuerza y energía.
Los instrumentos de cuerda y el continuo realizan una introducción impetuosa con una intensa melodía. El solista canta con este carácter enérgico que mezcla lo bélico con la rabia en una contradicción entre la paz y la guerra, basado en un texto del Salmo 2. 



La interpretación corresponde al barítono neozelandés Teddy Tahu Rhodes que canta este aria con rotundidad y energía, mostrando la dificultad de cantar esta pieza. Está acompañado por The Orchestra of the Antipodes bajo la dirección de Antony Walker.


El relato de Zweig continúa con los últimos momentos de la vida de Händel, con una narración que se mueve por derroteros de un dramatismo afectado y excesivamente melodramático, pero dando sentido al final de la vida del compositor.



El final de El Mesías no podía ser vulgar ni simple. Händel termina su oratorio con una pieza que sólo contiene una sola palabra, Amén, pero de una innegable calidad musical y que sabe mantener con una duración de más de tres minutos.
Se trata de una fuga, un tipo de composición en la que el texto y la melodía van de una voz o un tipo de instrumento a otro. El Amén va pasando por las voces en el siguiente orden: bajos, tenores, contraltos y sopranos. El tema musical pasa después a los instrumentos en el orden de violines primeros, violines segundos y coro. Tras un desarrollo de la fuga que va pasando de la parte instrumental al coro, con progresiones y contrapuntos se llega a una pausa general que deja en el aire la música inconclusa. Un tutti de la orquesta y coro marca el final de El Mesías, una de las obras maestras de Händel y de la historia de la música.
El enlace muestra una interpretación de el Amén con la Orquesta y Coro de la Academy of Saint Martin in the Fields dirigida por su alma mater, Sir Neville Marriner en la ciudad en que se estrenó este oratorio, Dublín, en 1992, en el momento en que se cumplieron 250 años del estreno de la obra.


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Si te apetece escuchar una versión completa de El Mesías, te propongo esta versión en un concierto participativo celebrado en Madrid en 2009 con el patrocinio de La obra social de La Caixa.

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